Los coronavirus (CoV) son un grupo diverso de virus capaces de infectar a los humanos y una amplia variedad de animales, y pueden causar enfermedades respiratorias, gastrointestinales, hepáticas y neurológicas, que van desde enfermedades leves hasta la muerte. Los CoV se clasifican en múltiples géneros, incluidos los coronavirus Alfa, Beta, Gamma y Delta. Cabe destacar que los CoV parecen ser capaces de adaptarse a nuevos huéspedes y entornos cambiantes; esto puede estar relacionado con su capacidad para mutar y recombinarse, contribuyendo a nuevos virus con patogenicidad humana variable. Se han identificado cerca de 40 CoV en la naturaleza, de los cuales 7 (incluyendo el nuevo coronavirus) causan enfermedad en los seres humanos. Cuatro de estos CoV (HCoV-229E, HCoV-OC43, HCoV-NL63 y HCoV-HKLU1) son de distribución mundial, y generalmente causan enfermedad respiratoria aguda leve (1-3).Dos CoV, MERS-CoV y el SARS-CoV, causan infecciones respiratorias en los seres humanos mucho más graves que otros coronavirus. En 2012, se identificó al coronavirus MERS-CoV como la causa del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). La mortalidad asociada a este coronavirus fue cercana al 35%. A finales de 2002, el SARS-CoV fue identificado como la causa de un brote de síndrome respiratorio agudo grave (SARS) en China, documentándose que el 9% de pacientes con esta infección fallecían (4, 5). En diciembre de 2019, un brote de una enfermedad respiratoria en China resultó ser causado por un virus nuevo denominado actualmente como coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave 2 (SARS-CoV-2), causante de la enfermedad infecciosa por el nuevo coronavirus (COVID-19). Desde los primeros casos registrados, el virus se ha propagado rápidamente por China y se han reportado casos en muchos países en el mundo, prácticamente en los 5 continentes (6-8).La información disponible acerca de la COVID-19 es escasa. Los pocos estudios disponibles han incluido un número reducido de pacientes, y las características clínicas que describen son limitadas. Del mismo modo, estudios que evalúen la fisiopatología, como por ejemplo biomarcadores de respuesta inmune o histopatología, son pocos. Las recomendaciones actuales de manejo se basan en datos sobre la historia natural, patogenia y características clínicas de las infecciones respiratorias causadas por otros CoV o el virus de la gripe. Los casos de COVID-19 han ocurrido principalmente en adultos jóvenes y ancianos. El espectro de enfermedades va desde un síndrome febril leve a una enfermedad grave o mortal. Los síntomas más comunes incluyen tos, fiebre, dolor garganta, mialgias y dolor de cabeza. Algunos casos han experimentado síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos y/o diarrea). La mayoría de los casos evolucionan de manera favorable, con una recuperación en pocos días en la mayor parte de los afectados. Los pacientes que requirieron hospitalización, incluidos los que estaban previamente sanos y aquellos con condiciones médicas crónicas, han experimentado con frecuencia una enfermedad del tracto respiratorio inferior rápidamente progresiva. Los factores específicos que predicen un mayor riesgo de enfermedad grave son desconocidos. Al parecer la edad avanzada es un factor de riesgo para complicaciones. Se ha descrito una mortalidad cercana al 10% en pacientes mayores de 70 años. De igual forma, las personas con comorbilidades (tales como las enfermedades cardiovasculares) tienen un mayor riesgo de complicaciones e incluso la muerte (6-10). Sin embargo, el impacto que tendrá este el nuevo coronavirus es incierto, a la fecha del 4 de marzo de 2020, alrededor de 90.000 casos y más de 3.000 defunciones se han detectado en el mundo, siendo la gran mayoría en China. Los datos actuales sugieren que la mortalidad global será mayor a la presentada por la gripe estacional. A pesar del esfuerzo significativo para desarrollar terapias contra los CoV, aún no existen medicamentos autorizados que hubieran demostrado una eficacia contra ellos (11). El cuidado de los pacientes graves con ventilación mecánica, soporte para preservar la función renal, hepática y neurológica, así como la prevención de la infección secundaria es crítica.Con el fin de mejorar la comprensión de la enfermedad y encontrar el óptimo manejo de los casos, se requieren con urgencia más datos clínicos y de tratamiento. La información coordinada y normalizada es crucial. El flujo continúo y análisis de la información contribuye a la comprensión de las características clínicas y epidemiológicas de la infección y al desarrollo de guías de prevención, control y tratamiento. Este estudio prospectivo está diseñado para recolectar y analizar un conjunto de datos demográficos, clínicos, microbiológicos y evolutivos de pacientes con COVID-19 que requieren ingreso hospitalario o en unidades de cuidados críticos (UCC). De este modo, se describirán las características epidemiológicas y clínicas de la enfermedad y se identificarán los factores predictivos de enfermedad grave y mortalidad.
Coronaviruses (CoV) are a diverse group of viruses capable of infecting humans and a wide variety of animals, and can cause respiratory, gastrointestinal, liver, and neurological diseases ranging from mild illness to death. CoVs are classified into multiple genera, including Alpha, Beta, Gamma and Delta coronaviruses. It should be noted that CoVs appear to be able to adapt to new hosts and changing environments; this may be related to their ability to mutate and recombine, contributing to new viruses with varying human pathogenicity. About 40 CoVs have been identified in nature, of which 7 (including the new coronavirus) cause disease in humans. Four of these CoVs (HCoV-229E, HCoV-OC43, HCoV-NL63 and HCoV-HKLU1) are globally distributed, and generally cause mild acute respiratory disease (1-3).Two CoVs, MERS-CoV and SARS-CoV, cause much more severe respiratory infections in humans than other coronaviruses. In 2012, MERS-CoV was identified as the cause of Middle Eastern Respiratory Syndrome (MERS). Mortality associated with this coronavirus was about 35%. In late 2002, SARS-CoV was identified as the cause of a severe acute respiratory syndrome (SARS) outbreak in China, with 9% of patients with this infection documented to have died (4, 5). In December 2019, an outbreak of respiratory disease in China was caused by a new virus currently referred to as coronavirus causing severe acute respiratory syndrome 2 (SARS-CoV-2), which causes new coronavirus infectious disease (COVID-19). Since the first recorded cases, the virus has spread rapidly in China and cases have been reported in many countries in the world, practically in the 5 continents (6-8).The information available about COVID-19 is scarce. The few studies available have included a small number of patients, and the clinical characteristics they describe are limited. Similarly, studies evaluating pathophysiology, such as biomarkers of immune response or histopathology, are few. Current management recommendations are based on data on the natural history, pathogenesis, and clinical features of respiratory infections caused by other CoVs or the influenza virus. Cases of VOC-19 have occurred primarily in young adults and the elderly. The spectrum of illness ranges from mild febrile syndrome to severe or fatal illness. The most common symptoms include cough, fever, sore throat, myalgias and headache. Some cases have experienced gastrointestinal symptoms (nausea, vomiting and/or diarrhea). Most cases evolve favorably, with recovery within a few days for most of those affected. Patients who required hospitalization, including those who were previously healthy and those with chronic medical conditions, have often experienced rapidly progressive lower respiratory tract disease. The specific factors that predict an increased risk of serious illness are unknown. Older age appears to be a risk factor for complications. Mortality has been described as close to 10% in patients over 70 years of age. Similarly, people with comorbidities (such as cardiovascular disease) are at increased risk for complications and even death (6-10). However, the impact that this new coronavirus will have is uncertain. As of March 4, 2020, about 9000 cases and more than 300 deaths have been detected worldwide, the vast majority in China. Current data suggest that global mortality will be higher than that presented by the seasonal flu. In order to improve understanding of the disease and find optimal case management, more clinical and treatment data are urgently needed. Coordinated and standardized information is crucial. The continuous flow and analysis of information contributes to the understanding of the clinical and epidemiological characteristics of the infection and to the development of prevention, control and treatment guidelines. This prospective study is designed to collect and analyze a set of demographic, clinical, microbiological and evolutionary data of patients with VOC-19 requiring hospitalization or critical care unit (CCU) admission. In this way, the epidemiological and clinical characteristics of the disease will be described and the predictive factors of severe disease and mortality will be identified.
Enfermedades respiratorias, síndrome de dificultad respiratoria, SARS-CoV-2, COVID 19, vigilancia, virus, unidades de cuidados intensivos, mortalidad, adultos, pediatría, Colombia.
| Estado | Finalizado |
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| Fecha de inicio/Fecha fin | 13/01/21 → 13/01/22 |
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